En lugar de usar cosméticos baratos, es mejor cocinar máscaras saludables de productos frescos, como tomates, en casa.
Aquí hay algunas recetas probadas:
Para piel normal:
Puré de papas hervidas, mezcle con leche y jugo de tomate recién exprimido hasta que se forme gachas. Aplique en la cara y el cuello durante 25 minutos, luego enjuague primero con agua tibia y luego fría. Se recomienda aplicar esta máscara una vez por semana con sesiones de 3-4 semanas con un descanso de 3 meses.
Para piel seca:
Es bueno moler una cucharada de jugo de tomate recién exprimido con la misma cantidad de almidón de patata o harina de arroz (puede moler los granos de arroz en un molinillo de café). Agregue unas gotas de aceite de oliva. Aplicar en la cara y el cuello durante 15-20 minutos y enjuagar con agua tibia y luego fría. Estas máscaras también se hacen en un curso de 10-12 máscaras cada 3-4 días con un descanso de 3-4 meses.
Para pieles grasas:
Triture la pulpa de tomate (sin piel y granos) y mezcle con una pequeña cantidad de yema de huevo. Agregue mucho requesón sin grasa para hacer una suspensión. Esta suspensión se aplica a la piel durante 10-15 minutos, luego enjuague con agua tibia.
Por cierto, 100 g de tomates contienen solo 20 kcal, pero al mismo tiempo contienen mucha vitamina B² (muy importante para el metabolismo) y K (mejora la coagulación de la sangre), así como vitaminas A, B¹ y C.
Foto: PR.
Materiales preparados por Elena Karpova.