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"Las rosas y las violetas delicadamente bordadas en delicados encajes parecen rocío de la mañana", dice la diseñadora de Blumarine, Anna Molinari, y es difícil estar en desacuerdo con ellas.
La chica Blumarine en la nueva temporada se parecerá a un extraño, como si descendiera de los lienzos de Claude Monet: los delicados tonos de rosa, amarillo y crema transmiten tan claramente la atmósfera de un día de verano ligero del gran pintor que involuntariamente quieres agregar un paraguas del sol y un ramo de rosas recién cortadas.
Según los críticos, uno tiene la impresión de que una niña tan efímera no puede caminar: solo puede revolotear rodeada de encaje, plumas de gasa y flores de organza. No es sorprendente que absolutamente todo en el corte de estos vestidos de aire enfatice tal impresión: volantes, mangas de alas, numerosas asambleas y trabajo hábil con transparencia.
En el contexto de una paleta de colores pastel de ensueño, incluso algunos oscuros basados en azul profundo, casi negro, sugieren solo el cálido crepúsculo de verano. No es de extrañar que es aquí donde Molinari usa generosamente lentejuelas: esta es realmente una noche, pero la noche es estelar y prometedora en verano.
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